Desgranando los datos financieros de Microsoft, nos encontramos con que uno de los principales agujeros que la compañía muestra es el de la tablet Surface RT, que no ha logrado despegar en las ventas como se presuponía, y que deja en Microsoft unas pérdidas de 900 millones de dólares. Por el lado positivo, nos encontramos con que la compañía cuenta con 782 millones de dólares en ingresos que han sido generados por los nuevos programas de actualización de Office, algo nuevo en este trimestre con respecto al del año pasado.
También por el lado positivo nos encontramos con que los ingresos de Windows han subido un 6% en este trimestre, así como la división de Entretenimiento y Servicios, encargada de la tienda de aplicaciones de Windows 8, por ejemplo, que ha reportado una mejora del 8% en este trimestre. Por ello, se deduce que Surface ha sido uno de los grandes problemas de Microsoft en el ámbito económico, y que el futuro que le espera a la ambiciosa tablet es algo incierto. La más que posible inminente llegada de la nueva versión podría servir para paliar este gran problema, aunque parece realmente difícil desbancar a las grandes compañías fabricantes de tabletas.