El principal punto en contra que tiene la tienda de aplicaciones es que las aplicaciones sólo están disponibles para mercados concretos. Es decir, que es probable que para EEUU nos encontremos con miles y miles de aplicaciones, pero en España no llegan a la mitad, ni llegan tampoco las ofertas disponibles. Asimismo, también nos encontramos con una multitud de aplicaciones desarrolladas únicamente en idiomas concretos, sobre todo asiáticos, que incluso podremos instalar en nuestro ordenador pero que servirá realmente de poco.
De la misma forma, la mayoría de las aplicaciones que aún hoy nos encontramos en la tienda de Windows 8 dejan mucho que desear. Muchas de estas son únicamente un enlace a la página del fabricante, ni tampoco todas parecen destinadas al entorno Modern UI de Windows 8. El número de programadores que trabajan para Windows 8 es, aún, realmente escaso, ya que Microsoft no ha conseguido “convencer” a los desarrolladores de aplicaciones para iOS y Android que también lo hagan para su tienda de aplicaciones. Aunque aún no ha transcurrido ni un año desde el lanzamiento del sistema operativo, la cifra de 100.000 aplicaciones disponibles no es mala del todo, aunque, como hemos visto, tiene algunas contradicciones. Hoy en día, alguien en España que le eche un vistazo a la tienda no encontrará, ni de lejos, 100.000 aplicaciones. Microsoft tiene aún mucho trabajo con su tienda.