La crisis y la competencia pasaron factura a Vodafone España.
En el último año fiscal -que abarca desde abril de 2010 a marzo de 2011, ambos incluidos-, los ingresos por servicios alcanzaron 6.042 millones de euros, un 6,4% menos que en el periodo anterior. En la presentación de resultados del grupo británico se dio cuenta de la realización de un ajuste contable que restó 3.389 millones de euros al valor de su filial en España. De acuerdo con los principios exigidos por la contabilidad británica, también mermó el valor de las filiales italiana, irlandesa, España en vacaciones. La principal limpia la llevó a cabo la compañía, al igual que sus competidoras, cuando hace dos años el Ministerio del Interior impuso la identificación de todos los clientes.
Excluida esta actuación, Vodafone aumentó en España en 143.000 su base de clientes de telefonía móvil en el trimestre enero-marzo de este año. Una evolución que le permitió alcanzar, por prmismo número fijo”.
El detalle de los últimos tres meses revela que los ingresos por servicios obtenidos por la operadora se situaron en 1.318 millones de euros, un 5,9% menos que un año antes. Pero las ventas correspondientes a datos móviles experimentaron un crecimiento del 17%, la tasa más elevada en seis trimestres. En concreto, se confirma la gran esperanza del desarrollo estratégico de la compañía, porque los ingresos de internet móvil registraron una expansión del 47,8% en el trimestre. Es el reflejo del auge de los smartphones -teléfonos especialmente adaptados a la transmisión de datos- y de la aceptación de las tarifas planas ofertadas para este tipo de dispositivos.
Por otra parte, Vodafone -un operador tradicional del móvil- sigue en la pelea por hacerse un hueco en la banda ancha fija. Su base de clientes ADSL aumentó en 37.000 en el primer trimestre de 2011 hasta alcanzar un total de 779.000 usuarios. El crecimiento de la cartera compensó la caída de precios, de manera que los ingresos de este segmento se incrementaron un 2,9% frente al mismo periodo del año anterior.
Shameel Joosub, el nuevo consejero delegado de la filial española de Vodafone, designado para imprimir el máximo dinamismo a la compañía, desgranó los principios de la estrategia que se propone adoptar para hacer frente a las dificultades. “Aumentar la penetración en el mercado de datos” es la consigna para un territorio lastrado por la fortísima competencia y una crisis económica todavía latente.