– Las autoridades de la región autónoma uigur de Xinjiang (noroeste de China) restablecieron el servicio de mensajes de texto por móvil, tras más de medio año inhabilitado debido a las revueltas del 5 de julio en su capital, Urumqi, informó hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.
“Los servicios serán restaurados de forma gradual desde la medianoche del domingo”, explicó un funcionario del gobierno regional de Xinjiang.
En cuanto se supo la noticia, muchos residentes se comunicaron con sus familiares y amigos a través de sus móviles con mensajes de texto, añadió la información.
El pasado 5 de julio las protestas de los uigures, de religión musulmana y emparentados con los pueblos de Asia Central, en las calles principales de Urumqi dieron paso a violentos ataques contra inmigrantes chinos de la etnia han (mayoritaria en el país) en los que murieron unas 200 personas.
Los uigures protestaban por el linchamiento días antes de trabajadores de su etnia en la provincia sureña china de Cantón, en el que murió al menos un miembro de esa etnia.
Como consecuencia de estos incidentes y de posteriores linchamientos en venganza contra uigures por parte de los han, se ordenó el corte de Internet, de las llamadas telefónicas internacionales y del envío de mensajes de texto por móvil en la región de Xinjiang con el fin, según las autoridades, de prevenir una extensión de las revueltas.
El acceso a Internet también fue restablecido en la autonomía uigur el pasado 28 de diciembre, pero también se produjo de manera parcial, ya que los locales tan sólo pueden visitar páginas web oficiales como la de la agencia oficial Xinhua y la del “Diario del Pueblo”.
El pasado 10 de enero se sumaron a esta breve lista de portales disponibles en Xinjiang los portales web más populares del país: Sina y Sohu.
“Además, se han reanudado otros servicios online como operaciones bancarias, de valores, matrículas estudiantiles y el envío de mensajes de texto que informan sobre el pronóstico del tiempo”, señaló el funcionario de la región uigur.
Este portavoz admitió que, a pesar de que estas medidas hayan surtido efecto en la población, también han sido una “molestia” para los más de 20 millones de habitantes de Xinjiang.