A las ocho de la mañana de ayer, hora de Brasil, se levantó la prohibición y Telefónica ha obtenido de las autoridades de las telecomunicaciones del país latinoamericano el permiso para volver a comercializar y a captar clientes de su servicio de acceso a internet a alta velocidad, el ADSL, que en Brasil se conoce con el nombre de Speedy.
Esta decisión pone fin a dos meses de trabajo, en los que Telefónica se ha centrado en mejorar la calidad de su red y su servicio de atención al cliente, pero sin la posibilidad de captar un solo abonado nuevo para su cartera. “Durante los dos últimos meses, la compañía ha desarrollado un intenso trabajo, con todos sus equipos movilizados para implementar acciones de estabilidad de la red y mejora de atención al cliente”, aseguró ayer la filial de telefonía fija de Telefónica en Brasil, Telesp.
Y esta labor ha convencido a la Anatel, cuyo consejo decidió el miércoles levantar el castigo a la española. El regulador ha estudiado la documentación enviada por Telefónica con los detalles de su plan de mejora y los ha comprobado sobre el terreno.
Eso sí, seguirá vigilando. Telefónica debe seguir con su programa de estabilidad de red, de ampliación de la capacidad y de mejora del servicio de atención al cliente. Además, la Anatel someterá a un control a la compañía durante este segundo semestre para verificar que se cumplen las medidas impuestas y para tomar “nuevas medidas preventivas” inmediatas en caso de que vuelvan a producirse problemas, según aseguró ayer el regulador en un comunicado. Telesp, que aporta dos tercios de la facturación que consigue la española en el país.
En el primer semestre, los ingresos de Telesp ascendieron a 2.730 millones de euros.Telesp es también la filial que cuenta con más accesos de banda ancha, sólo por detrás de la española. A cierre del segundo trimestre, sumaba 2,73 millones de clientes de ADSL.