Ante la inminente regulación que se prepara de las nuevas redes VDSL2 de 50 megas, la operadora ha presentado una propuesta a la CMT y al Gobierno para que la normativa deje de ser nacional y se segmente dependiendo de la competencia en cada zona y evitar así un escenario tan comprometido como ha sido el del ADSL en estos últimos años.
Telefónica ha planteado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y al Gobierno una propuesta en la que acepta ser regulada y admite que su red debe ser abierta a sus rivales. Pero sólo en algunas zonas.
España estaría dividida en tres zonas por la diferente demanda tecnológica y una alternativa de regulación para cada una de ellas.
Telefónica cambia de esta forma el discurso y se aleja de las peticiones de ‘vacaciones regulatorias‘ para su red de nueva generación, cuyo objetivo principal es, llevar la fibra óptica hasta los hogares y permitirá conexiones a internet a velocidades superiores a los 50 megas.
Según explicó, Julio Linares, director general de coordinación de Telefónica, la única manera de que las nuevas tecnologías lleguen a todo el mundo es que se establezca en España una regulación adaptada al tipo de competencia que haya en cada zona, aseguró desde Santander, en las jornadas sobre el sector organizadas por Aetic.
En las ciudades donde exista la competencia de varias redes se debe eliminar la regulación previa y promover los acuerdos libres entre las compañías, igual que con el móvil virtual.
¿Qué se considera competencia de varias redes?
El cable es una de ellas, pero Linares amplió el escenario a las infraestructuras de banda ancha que desplieguen las operadoras celulares y a otras tecnologías, como el Wimax. Esta consideración supone todo un cambio de concepción, pero es clave para que su propuesta salga adelante, porque si sólo se toma en consideración al cable, siempre se constataría la existencia de un duopolio, algo insuficiente para desregular.
La segunda diferenciación geográfica se refiere a las zonas donde sólo exista una infraestructura. Es esos casos, Telefónica se rinde y admite que deberá ser regulada para poner su red a disposición de sus rivales. De esa forma, no habría competencia en infraestructuras, pero sí en servicios.
Y la tercera diferenciación es a la vez un llamamiento y un tirón de orejas. Se trata de las zonas donde el despliegue de infraestructuras no resulta rentable para la iniciativa privada. Según Linares, es en esas zonas, donde el Gobierno debe acudir con financiación pública, para que estas regiones no se queden al margen de la sociedad de la información, ‘en lugar de destinar dineros donde ya hay oferta privada’.
La CMT tiene que decidir ahora qué responde a Telefónica. Y no será una contestación rápida. Para empezar, la nueva regulación sobre redes de fibra óptica no estará lista hasta principios del año que viene. Pero es que la propuesta de Telefónica abre el campo mucho más de lo previsto y exige un análisis regional del mercado que hasta ahora no se ha planteado.
Linares recalcó en varias ocasiones que España se está jugando su futuro tecnológico con las redes de nueva generación. También advirtió que la regulación no sólo es clave para alentar la innovación, sino que de ella dependerá el nivel de inversiones de Telefónica, al igual que el ritmo de despliegue de la nueva red.
Fuente: Cinco Días.
Anónimo
Ashí, ashí, que diría el parado mental… No les gustó la primera multa y ya van camino de ganarse la segunda, con prisa y sin pausa. De todos modos, teniendo en cuenta que aquí sólo va a quedar Fgans Tilcom y las cableras, como no se alquilen las cosas a ellos mismos…
Creo que van a reciclar a Rosa Regàs para la CMT xDDD (bueno, si de carambola sale el parado mental Rosa Díez). Este país es de descojonarse si uno se abstrae de la mierda cotidiana, claro…
Anonymous II
“ashí” no existes. Es “así” sin “H”
Anónimo
No qué va… escúchalo un poco, no mucho que el chorbo es estupefaciente y coloca… es un fonema que no existe en castellano, pero él lo usa sin complejos, que para algo está encantado de haberse conocido. Se siente, pero dice “ashí”, no “así”. Se ve que o no ha ido a una escuela española de dicción para actores españoles, o que ha ido a una escuela española de dicción para actores españoles.