A la polémica de nunca acabar del canon de los CDs y DVDs, hay que añadirle ahora un nuevo gravamen que se aplicará a los reproductores MP3, teléfonos móviles y previsiblemente a los ordenadores portátiles.
La bomba estallaba a primeros de marzo pasado. La Comisión de Cultura del Congreso aprobaba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual con el consenso de todos los grupos parlamentarios (sólo un voto en contra y dos abstenciones), algo bastante extraño en un país donde las decisiones políticas siempre abren brechas irreconciliables. El nuevo texto amplía el canon a reproductores de MP3, teléfonos móviles o incluso ordenadores portátiles, aunque este extremo no queda expresamente indicado. De momento quedan exentos del pago de compensación los discos duros de los ordenadores de sobremesa y las líneas de banda ancha ADSL y cable, dispositivos que serán regulados por el Gobierno con un reglamento posterior.
Según el proceso habitual, las tarifas definitivas que abonarán los fabricantes y que repercutirán en el PVP de los productos, deberán ser negociadas con las entidades de gestión de derechos, pero mientras se aprueba la ley y se fijan, serán dictadas por el Gobierno.
La nueva ley tampoco resuelve la laguna legal por la que para hacer uso de la copia privada hay que saltarse los sistemas anti-copia que incluyen algunos DVDs y CDs.
Con la nueva legislación se introduce el derecho para los fabricantes a incluir en sus productos sistemas anti-copia que limiten o incluso impidan la realización de cualquier tipo de copia del medio, incluso si es para uso privado.
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El canon llega a los MP3
8 mayo, 2006